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28 enero 2010

Vivencias


EL VIAJE A LO DESCONOCIDO -1964-


Y llego el día de mi partida hacia lo desconocido ALEMANIA.
Me había costado prepararme para el viaje, necesitaba ropa y dinero para imprevistos que pudieran surgir (el viaje lo teníamos pagado hasta el destino). En la estación había mucha gente a despedirme, aparte de mi familia, yo pertenecía a un grupo de Juventudes Obreras Católicas – JOC- y todos estaban allí, me despidieron con el himno que cantábamos cuando teníamos nuestras reuniones, fue muy emocionante sobre todo para mi que marche de Huesca pletórica, con esa despedida me sentí importante.
Cuando el tren se puso en marcha me empezó un cosquilleo que ufffffff.
Era la primera vez que me separaba de los míos.
Hasta Zaragoza nos acompañaba el novio de una de las del grupo, y claro el era muy majo y nos hizo pasar un poco los nervios de las despedidas.
En Zaragoza pasamos unas horas hasta que salio el tren directo para Irún allí (en Zaragoza) se nos unieron mas personas que iban también a ALEMANIA.
En Irún nos recogieron en autobuses y nos llevaron a comer a unos recintos que tenían para este fin. Allí nos juntamos mucha gente, la suficiente para llenar un tren, venían de distintos lugares de España.
Yo allí me sentí muy mal tantas gentes, por los altavoces nos decían lo que debíamos de hacer y que sobre todo no nos llevásemos los cubiertos pues se necesitaban para la próxima expedición.
Recuerdo muy bien que lloré con ganas un buen rato, creo que fue una buena terapia.
El tren se lleno, recuerdo que era un vagón con asientos tapizados el que nos toco a nuestro grupo, estábamos cansadas y dormimos toda la noche.
Por la mañana ya vi las cosas de otra manera, había gente mayor pero la mayoría eran jóvenes, y claro donde hay juventud hay alegría.
No tardaron en asomar sus narices algún que otro muchacho pues la verdad que nosotras después de superar nuestras despedidas armamos bastante gresca.
Nos quedaba todavía otra noche en el tren pero a la siguiente madrugada,
Llegamos a Colonia, estación en la que por megáfonos y atendiendo a los números que nos habían repartido en el tren teníamos que enlazar con los trenes que por fin nos llevarían a nuestro destino.
Nuestro lugar de trabajo era en la ciudad de LIPPSTAD, y claro no fuimos solo nosotras, nos juntamos en total más de 50 todas mujeres.
A última hora de la tarde estábamos en lo que seria nuestra casa, una magnifica residencia en la que habitaban más de quinientas mujeres todas españolas.
Seguiré pues queda mucho por contar.
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Os quiero pedir perdón por mis posibles fallos en la forma de redactar, tengo la opción de pasarlo a una querida sobrina (filóloga ella para más señas) para que me haga las correcciones. Pero no, yo quiero ser humilde

Y dar de mi lo que tengo.

Josefina




31 comentarios:

carlota dijo...

Por más veces que haya oído esa historia, siempre quedan matices desconocidos: informaciones o emociones que van saliendo con el tiempo.
No hay que pedir perdón. La lengua sirve para comunicarnos y lo importante es el fondo, la persona que se deja entrever. Además, "està força bé".
Besitos

Anónimo dijo...

Al principio del relato ¡qué agonía! me estaba pareciendo cuando los nazis se llevaban a la gente a los campos de concentración, pero ufff que alegría al final del viaje ¿no?

¡Ah! y como eres una excelente narradora, espero que todo esto que estás compartiendo en el blog, te atrevas un día y escribas tus memorías en un libro. El primer ejemplar lo comparé yo. ¡Ánimo que vales mucho nena...pero para todo! Besos MCM

Dina dijo...

Es curioso como la emoción de emprender una nueva aventura se convierte en tristeza de dejar el hogar en unos pocos segundos (tan pronto se pone en marcha el tren).

Los relatos están de lujo, asins que ni se te ocurra volver a disculparte (joer, que autoritario suena ¿no? jaja)

Jose Antonio dijo...

Lo personal siempre es intransferible y tus palabras son las mejores para contarlo.

Un abrazo.

TORO SALVAJE dijo...

Sé que me a gustar mucho.
Gracias.

Al paso que vamos ahora pronto vamos a tener que volver a emigrar.

Besos.

Chus dijo...

Pues a mi se me ha hecho muy cortito. En cuanto tengas tiempo y ganas continua que es muy interesante.

Me encantan las biografías y tú lo haces muy bien, muy ameno.

Sigue. Un beso.

Xiomara dijo...

Cuando el tren se puso en marcha te entiendo bien esa sensación…te envió mi cariño te sigo leyendo hermosa …besos

Katy dijo...

Se va el tren y en ellas llevamos por quipaje nuestros sueños e ilusiones. Lugo hay de todo. Pero las experiencias que adquieres son irremplazables. Defines muy bien lo de dónde hay juventud,, hay alegría.
Besos

Maria Luisa dijo...

Josefina, me alegro que no pidas ayuda a tu sobrina, es mejor así, eres tu contando tus "VIVENCIAS"

Tu experiencia, vivida, sentida, y mirándola con ojos nuevos...
Que bien lo cuentas, son recuerdos que por nuestra juventud, se fijan en nuestra memoria como a "fuego".

Te quiero mucho.

Glo dijo...

josefina, tu relato es muy entrañable y un verdadero documento. No cambies.

Fiaris dijo...

josefina tu sigue escribiendo así tal cual uno lee y parece que esta escuchandote,quedo aqui instalada en tu living esperando saber más,me invitas un café?besos

auroraines dijo...

Sigo tu aventura Jose, en tus palabras, tenías un choque de emociones, tristeza por lo que dejabas y ansiedad por lo nuevo.
Me gusta, me gusta. Qué tenga final feliz!
Un beso

Anónimo dijo...

Recuerdo que cuando mi hermana se fue, yo sentí una gran pena, por el motivo que se iba y por la incertidumbre de lo que iba a encontrar. Pero cuando paso un poco de tiempo y ella se encontraba bien puesto que en el trabajo se dieron cuenta del potencial que tenían, estuvo muy bien considerada. En fin, que pronto hasta la envidie, por su valentía y las experiencias vividas.
Besos y besos.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

No he firmado soy Maribel

El Drac dijo...

Para mí estábien Josefina, lo único que sí te pediría es si puedes sacar la palabra de verificación de los comentarios es que a veces me he marchado pensando que ya comenté y por la palabra mal escrita quizás no se grabó Un besote

Jose dijo...

Los recuerdos siempre los rememoramos, unos con nostalgia de lo que pudo ser y
no se llegó, otros por la gran experiencia que nos dejó.
Josefina, es muy bonito y gratificante el poder recordar esas vivencias que nunca se olvidarán.
Seguiremos oon ilusion esperando mas vivencias y recuerdos

No, no debe de pedir perdón, lo mas honrado es mostrarse tal cual,
es la riqueza de la lealtad con uno mismo.
lo que en verdad debe de importar es la riqueza del mensaje, y su mensaje es con
el alma y el corazón como no lo cuenta
Un saludo

Anónimo dijo...

Que recuerdos me traer eso que has contado. Maravilloso, se me ha hecho corto. Bueno yo creo que lo haces estupendo, lo de redactar digo. Ya me gustaría a mi hacerlo así de bien.
Un abrazo

La Gata dijo...

Hola Josefina!
Un viaje largo hasta Alemania, cargado de emociones e ilusiones. Seguro que fue difícil para ti esta primera separación, pero también te debió de ayudar a crecer como persona.
Besos.
PD. Me ha encantado la entrada anterior. La carta es preciosa.

Nikkita dijo...

Ya espero tu continuación..... Josefina, si se lo pasaras a tu sobrina.. ya no serian igual tus vivencias. Al leerte es como escucharte :).
Muchos besos

Balovega dijo...

Hola Josefina.. que gusto da leerte y vivir tus historias, espero con ansiedad la segunda parte, escrita por ti, es como mas personal.

Un abrazo de feliz fin de semana

..NaNy.. dijo...

Hola precioso el escrito. No te preocupes por que este mejor o peor lo que has querido escribir se entiende perfectamente y a muchas nos pasa lo mismo. Saludos

B dijo...

Me encantas tus escritos, tus opiniones consecuentes, y lo bien que lo expresas, gracias por tan bellas entradas y por tu presencia en mi blog... Un abrazo Josefina.
BB

mujeresdesincuentay dijo...

Hola , nueva por aquì , he tratado de tomar somera idea del blos y ....este ultimo post, me resultò muy conmovedor, un gusto pasar y ya me apuntè como tu seguidora , tratare de estar lo mas presente posible , como hago en todos los blogs que sigo.
Saludito
Cris// mujeresdesincuentay ( la del girasol)

Luisa dijo...

Hola, Josefina. Tus vivencias me dejan sin aliento. No me veo a mí misma dejando a mi familia y mi casa para irme a Alemania ni a ningún otro sitio con esa edad. Imagino que todo estaba muy bien organizado, pero aún así... no sé, me hubiese muerto de nostalgia. Fuiste muy valiente. Pero como dice el refrán "apurada te veas..."

Seguiré atenta a tu historia.


Un beso.

Abuela Ciber dijo...

Me encanta leerte, eres tu tal cual, no son necesarios los retoques para compartir.

Cariños

SANTIAGO LIBERAL dijo...

querida amiga, me ha traido recuerdos, no soy emigrante pero mis padres lo fueron,si me permites te dejo un poema de cosecha propia, ya me dirás si te gusta:

ODA A UN EMIGRANTE

Era una tarde de enero
oscura y desapacible,
era un día inconfundible,
era un día gris y fiero.

Mis manos fueron tejiendo
el nudo de mi corbata,
la estancia me pareció grata
mientras me iba vistiendo.

Chaqueta de pana oscura,
pantalones de mahón
y a modo de cinturón
una cuerda más bien dura.

Una gorra madrileña,
puesta hacía el lado derecho,
una congoja en el pecho
y una maleta pequeña.

Era todo mi bagaje
y todo mi capital,
era el momento fatal
para tan maldito viaje.

Mientras me iba alejando
por mi calle empedrada,
una voz triste y quebrada
mi nombre estaba gritando.

Era la voz de mi madre
que ahora miraba al cielo,
yo era su único consuelo
desde que murió mi padre.

Más yo no quise girarme
con mi corazón partido,
sentimiento dolorido
yo tenía que marcharme.

Y llegue a la estación,
entré en el tren de madera
aunque paré en la escalera,
oí una triste canción.

Valderrama y su emigrante
dibujaban la partida
""y aunque jamas en la vida..."",
el estribillo constante.

Treinta años han pasado
y yo quiero retornar
por el camino empedrado
que a mí me vio caminar.

Recibe mi más cordial saludo

haideé dijo...

Ay, ese cosquilleo... los cambios... estos son los que nos hacen tomar conciencia de muchas cosas... Narras muy bien. Es agradable porque lo transmites desde el sentimiento y resulta muy cercano.
500 mujeres,¡cuántas! tendría que ser enorme ese edificio...
Las aventuras de la vida, pues eso son las vivencias... sino no tendríamos nada que compartir :) son la sal de la vida, si, al menos para mi, buenas o malas, así es la vida...
Un cariñoso abrazo

Mos dijo...

Me estoy comiendo las uñas tras leer tu historia, Josefina. Es emocionante. mejor que una novela. Es historia viva.

Tienes mucho que contar y aportar. Te queremos así, sin el filtro de la filóloga.
Un abrazo de Mos desde la orilla.

administrador dijo...

josefina desde luego es fantastico tu relato,animo continua espero el final.besitos guapa.espero que recibas este comentario

administrador dijo...

el comentario anterior de adima es de tu compi M.CARME