Se hace tan grande, me entusiasma cuando me dice "yaya" desde el portal de la casa a gritos.
El es lo más maravilloso que me ha pasado desde que nacieron mis hijos, que también entonces fui muy feliz, pero es distinto. Me llena de ternura con sus mimos y me hace reír cuando saca su vena de mal genio.
Lo quiero tanto....
Y como veis aparte de ser un extraordinario bailarin es un poco payasete.