Siguiendo con mis vivencias hoy sacaré a colación mis complejos de juventud, vistos desde mi edad actual, tonterías, pero creo que no me dejaron desenvolverme con soltura a lo largo de mis años jóvenes.
En principio tengo la frente grande, bien es verdad que mi padre siempre me decía que eso era señal de inteligencia, que majo él, para todo tenia salidas que te animaban.
No voy a hablar de la posición de mis dientes, los colmillos, se montaron un poco encima de los otros, para reír me tapaba la boca, tonterías de adolescencia, aunque claro marcan mucho, y entonces no se sabia de la ortodoncia, por lo menos los que no teníamos recursos, (mi hija tubo mi mismo problema, le hicieron un aparato para dormir y no se lo quiso poner).
Bueno lo compensaba todo con unos ojos azules muy bonitos.
También me marco mucho el tener una hermana tres años menor que yo pero muy inteligente, tremenda y graciosa, yo era tímida y me afectaba mucho los problemas de mis padres y siempre andaba como en una nube.
Toda la vida ha existido el culto al cuerpo, eso que parece una moda de estos tiempos,
La gente se ha cuidado con esmero para mejorar su aspecto físico, y al igual que ahora por más que quisieras si no tenias dinero no se podía seguir la moda como nos gustaba.
En fin el maldito dinero que todo ó casi todo lo puede.
Como el buen vino he mejorado con los años, ja,ja,ja, tengo unos dientes preciosos, son de quita y pon, pero preciosos, me río todo lo que quiero, con cuidado no se vallan a escapar……. Mi frente ahora esta de moda muchas mujeres guapas tienen una frente ancha, y la luzco con soltura.
Tenia el talle alto y no me sentaban bien los cinturones anchos que estaban de moda, hoy me he dado cuenta que así tenía las piernas un poco más largas, mi padre (que era alto) decía que tenia el garrón largo y seria alta, se equivoco, soy pequeñeta como era mi madre..
Bueno otro día seguiré con mis vivencias, que son larguísimas y a ratos divertidas.
Josefina
Estoy en Lleida, feliz de estar cerquita de mi hija y con ganas de que se pasen estos días y ver a Pau.
Siguiendo con mis vivencias hoy sacaré a colación mis complejos de juventud, vistos desde mi edad actual, tonterías, pero creo que no me dejaron desenvolverme con soltura a lo largo de mis años jóvenes.
El año siete amenazaba con arrasar todas las hormonas. Si no pasaba pronto, ella se convertiría en un vegetal. La contemplación del sol no la llevaba al almacén de la memoria donde un día fue niña en una playa, en un río, en la fuente fría de un pueblo que olía a leña. Sólo visualizaba lagartijas y mojamas resecas y rancias. Hasta las palabras se pronunciaban sin saliva y eran escasas. Aunque su capacidad de atención y comprensión verbal y escrita no se había resentido, es cierto que andaban a ralentí. Como cuando dormitaba a media tarde y sentía una pena profunda por belenesteban, cuya voz le perforaba el tímpano pese a sonar como un eco lejano, y se preguntaba en su duermevela cómo esa mujer no veía que la empresa que le pagaba era lo mismo que un proxeneta para su puta. Y es que ya se sabe que hay quien jode sin joder. Y mientras su mente se perdía en divagaciones absurdas, se olvidaba de lo que de verdad le dolía. Era consciente de que su familia arrastraba un karma de culpa que había traspasado generaciones. Y allí estaba ella mirando a sus hijos y viendo impotente y exhausta cómo se repetía la secuencia. El siete anunciaba un profundo crecimiento personal que ella asumía con escepticismo y apatía porque ya en los inicios supo cómo había de acabar de todo. Un mensaje claro y rotundo que la cría de seis años apenas percibió. A fin de cuentas su primer muerto fue su padre.
VINCENT VAN GOGH
Hola como podéis comprobar por las fotografías que ilustran esta entrada, vereis que razón no me falta para titular así. 
