La vida en Lippstad seguía muy bien, en el trabajo me había amoldado y lo hacia con gusto. En general con los compañeros me llevaba muy bien, siempre he sido bastante extrovertida y como chapurreaba el Eleman como un niño pequeño les hacia mucha gracia y en mi sitio de trabajo siempre tenia alguna persona conversando, hasta que asomaba el jefe, entonces cada pájaro a su nido.
Bueno y como todo no era solo trabajar, también teníamos nuestros días de esparcimiento. Al poco tiempo de nuestra llegada vino un Capellán Navarro que la verdad era de mucha ayuda para nosotras y junto con otras chicas formamos un grupo de J.O.C. (juventudes obreras católicas), contactamos con la presidenta, de las españolas que estaba en otra ciudad y de vez en cuando nos reuníamos con ellas para trabajar y ayudar a las que tenían problemas.
Había un centro español donde nos juntábamos de todos esos alrededores, españoles y españolas y desde luego armábamos buenos “saraos”.
Y otra cosa que recuerdo son esas tartas estupendas que hacían en Alemania, la repostería era exquisita pero a mi me encantaba una tarta de fresas y nata que acostumbrábamos a comer en unas cafeterías muy majas que ahora también las tenemos aquí.
¡Quien volviera a tener esos maravillosos años! Creo que aunque encontraba a faltar mucho a mi familia, fueron tres años inolvidables.
Me gustaba mucho un compañero de trabajo alemán Manfred lo llamábamos “Mani” era un encanto, con un poco de picardía socarrona y guapísimo. Bueno un día me invitó a salir, quedamos con otro compañero y su novia, en una discoteca, charlamos, bailamos, bebimos yo muy poco, lo recuerdo y ahora me río y pienso que nací muy pronto, hoy que bien lo hubiera pasado, pero en esos tiempos y yo tan recatada y con los miedos que nos habían inculcado, me pasé la tarde luchando contra aquel maravilloso “pulpo” que me quería abrazar y besar como lo hacían allí, que era como aquí ahora. Cuando volví a la residencia casi no pude dormir de tanto luchar con los sentimientos, ¡que difícil era estar enamorada en esos tiempos!.
No volvimos a salir más, nos caíamos muy bien pero el se iba a la universidad con una beca que le daba la misma fábrica para hacer ingeniería.
Bueno y como todo no era solo trabajar, también teníamos nuestros días de esparcimiento. Al poco tiempo de nuestra llegada vino un Capellán Navarro que la verdad era de mucha ayuda para nosotras y junto con otras chicas formamos un grupo de J.O.C. (juventudes obreras católicas), contactamos con la presidenta, de las españolas que estaba en otra ciudad y de vez en cuando nos reuníamos con ellas para trabajar y ayudar a las que tenían problemas.
Había un centro español donde nos juntábamos de todos esos alrededores, españoles y españolas y desde luego armábamos buenos “saraos”.
Y otra cosa que recuerdo son esas tartas estupendas que hacían en Alemania, la repostería era exquisita pero a mi me encantaba una tarta de fresas y nata que acostumbrábamos a comer en unas cafeterías muy majas que ahora también las tenemos aquí.
¡Quien volviera a tener esos maravillosos años! Creo que aunque encontraba a faltar mucho a mi familia, fueron tres años inolvidables.
Me gustaba mucho un compañero de trabajo alemán Manfred lo llamábamos “Mani” era un encanto, con un poco de picardía socarrona y guapísimo. Bueno un día me invitó a salir, quedamos con otro compañero y su novia, en una discoteca, charlamos, bailamos, bebimos yo muy poco, lo recuerdo y ahora me río y pienso que nací muy pronto, hoy que bien lo hubiera pasado, pero en esos tiempos y yo tan recatada y con los miedos que nos habían inculcado, me pasé la tarde luchando contra aquel maravilloso “pulpo” que me quería abrazar y besar como lo hacían allí, que era como aquí ahora. Cuando volví a la residencia casi no pude dormir de tanto luchar con los sentimientos, ¡que difícil era estar enamorada en esos tiempos!.
No volvimos a salir más, nos caíamos muy bien pero el se iba a la universidad con una beca que le daba la misma fábrica para hacer ingeniería.
Continuara...........
Las fotos son de un programa de la tele
28 comentarios:
Recordar es volver a vivir y si los recuerdos son divertidos mejor que mejoe.
Espero que te encuentres ya recuperada. Deseo que disfrutes de la semana
Un beso
Que relatos de vivencias hermosas Josefina, es bonito estar en un país desconocido y encontrar gente que te quiere y aprecia.Lo que dices de echarse novio en aquellos tiempos...era muy distinto...hoy la libertad...es libertinaje...
Un abrazo amiga.
Si estoy mejor, lo que pasa que recuerdo un dicho que me enseño mi padre "QUIEN MUCHO ABARCA POCO APRIETA" y es que muchas veces quiero hacer demasiado, y no me doy cuenta de que tengo una edad..........
Gracias por preocuparte y un beso de buenas noches
Me alegro que estés mejor.Sucede que creo que nuestros amores de juventud,los disfrutamos mas ahora en recuerdos que en su momento.Nos inculcaron que todo era malo o estaba prohibido.Cuantos destinos hubiesen cambiado de no haber hecho caso de los mandatos familiares :-)
Me alegro que esa salud vaya viento en popa y a toda vela,y
nos puedas seguir contando esas agradables vivencias.
Un saludo Bona nit
josefina me alegra estes mejor y el amor amiga en otras épocas bueno eso es palabras mayores conozco de eso,un beso
Qué de buenos recuerdos de esa etapa de tu vida, para mí que te leo es como una novela, imaginarte con todas las ganas, energías de la juventud, sueños y en un lugar a conocer, a descubrir costumbres nuevas y enamorarte ;)
Me gusta leerte...
Un abrazo
El pulpo alemán...
Que peligro.
Besos.
Amiga Josefina, lo que más me gusta de ti es que has sido capaz de saborear cada plato que te ha ofrecido la vida. Debió ser duro estar lejos de tu familia, en tierra extraña, pero tú, con tu entusiasmo y talante, haces que parezca un bonita experiencia, creo que sin duda lo fue. Eres la prueba de que donde vayas se puede ser feliz y vas con alegría.
Me encanta saber de tu pasado.
Un abrazo.
Me alegro que estés mejor.
Gracias por esas ´´Vivencias`` me alegro que te fuera bien , que te sintieras bien.
Besos
Qué razón tienes, Josefina. Tenías que haber nacido ahora. Me ha gustado mucho cómo has contado este episodio de tus vivencias. Ese maravilloso “pulpo” debería ser muy guapo por lo que dices. Qué pena no poder dejarte llevar, aunque hubiese sido sólo para darle unos achuchones. La educación tan estricta de entonces era una pesada carga para la mujer.
Un beso muy fuerte.
Josefina...no se porque pensé que habías estado mas de tres años en Alemania. Desde luego serían intensos, tal y como los relatas.
Que pena que el pulpo se tuviera que ir. jajajaja.
Me alegro de tu mejoría.
Besitos.
Así que apasionada ¿eh? Ya lo creo que tuviste que pasarlo mal... pero como tu dices se vivía y entendía la vida de otro modo. Mas, todo ocurre por algo, y ahora estás con quien estás :))
Tus años de ahora también son maravillosos, que me estás siendo pesimista, y no te estás dando cuenta... qué tienes un montón de personas que te quieren y de cosas importantes que hacer... estás viviendo, tan poco y tan grande como eso, vivir :))
Más abrazos llenos de mucho cariño :) desde Asturias, con un poquito de sol ya :)
Que cálido lo que compartes, al emigrar se busca siempre sus compatriotas para sentir la cercanía de la patria lejana.
Cariños y buena semana!!!!
¡q bonito josefina¡ la juventud siempre se añora con cariño. ¿q hubiera pasado si hubieramos seguido aquel impulso? ¿cómo hubiera cambiado nuestra vida?Nunca lo sabremos...
Y con esos miedos que nos inculcaban, cualquiera se salia de lo marcado, pero bueno cada tiempo tiene su ritmo y a las que ya no somo tan jovenes nos toco pasar por eso.
Un abrazo
¡Qué bonito es recordar las vivencias de tiempos pasados! y también ver las fotos en blanco y negro ¡qué recuerdos!
Un beso.
Me gusta leerte....pasaré de vez en cuando a saber de tu vida.
Un beso
Josefina, me imagino las agujetas que tendrías durante un tiempo después de tanta lucha, tanto física como emocionalmente. Cierto que si hubiese sido ahora las cosas se habrían dado de otra manera ¿verdad? antes mucho recatamiento, ahora se vive la vida y santas pascuas. ¿qué lástima no?
Un abrazo, pero este no te va a dar agujeras. MCM
hola!
te invito a que pases por mi casa
dejare la puerta entreabierta..
te dejo un fuerte abrazo!!!
Que hermoso leer los capitulos de tu vida, intensos y emotivos.
Un abrazo.
Rocío
...me gusta repasar tus vivencias, son trozos de vida llenos de mucho sentimiento.
Gracias por tu comentario sobre mi libro.
Un beso.
Querida Josefina, no hay ningun problema para que reproduzcas mi poema sobre los pastores o la foto incluso si quieres, pero el nombre del blog que me has dejado no me sale. Te agradeceré que cites mi blog y mi nombre y me dejes constancia. Gracias por tus palabras y tu cariño asi como tu visita. Un beso.
Hola Josefina..
Me encanta leer tus vivencias, siempre son muy agradables.. Gracias por tus palabras en casa..
Un abrazo de bello fin de semana
Aún en mi ausencia, y de regreso. es hermoso leerte.. gracias por compartirlos..
Un abrazo
BB
Ay chica extrovertida me hiciste reír mucho con esa frase “ el maravilloso pulpo ”… me encanta venir a leerte… ¡qué difícil era estar enamorada en esos tiempos!..En esos y ahora también…besos y mi cariño para ti
Josefina,que antes era peligro todo lo que fuera "el sexo opuesto".
Casi nos daban a entender que con agarrar las manos,ya quedabamos embarazadas.
Pasé y me agradó tu espacio.
Que lindo narras todo.
Me dicen Marucha mis amistades, ¿ tu quieres ser también mi amiga?
Qué tiempos aquellos ¿verdad Josefina?. Te imagino en las situaciones que relatas y veo que hay de todo: las amistades, los primeros signos de enamoramiento, el pulpo de Manfred, tu chapurreo con el alemán, las juventudes católicas, etc. Pero, en general, fueron buenos años cargados de vivencias. Me alegro por ello.
Frau Josefina, guten nacht.
Auf wieder sehen.
Un abrazo de Mos desde la orilla.
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